martes, 25 de marzo de 2014

CANARIAS 2014



Ha pasado un año desde nuestro último viaje a las Islas,
y una vez más hemos podido acudir a la cita con ese paraíso.

Este año en vez de ir directamente a “Fuerteventura”, volamos a Lanzarote. Habíamos querido programar un par de días allí para hacer un recorrido por la Isla y recordar los lugares que habíamos visitado hacía unos años. Desgraciadamente el tiempo no nos acompañó y casi perdimos esos dos días, ya que los animales que íbamos a buscar estaban desaparecidos por el “frío” y el aire, y los lugares de interés estaban súper masificados al no repartirse la gente por las playas y las piscinas.


El tiempo con un aire que nos arrastraba y producía una sensación de frío considerable nos impidió fotografiar a una de las dos especies que íbamos buscando: La variedad de lagarto que habita en la zona de La Corona (Gallotia atlantica laureae). Las fotos son de hace cinco años.



Por otro lado las filas interminables de turistas, nos quitaron las ganas de entrar al tubo volcánico de los Jameos para tratar de ver al Cangrejo blanco y ciego (Munidopsis polymorpha) endémico de los Jameos. 



Las fotos también son de hace cinco años de nuestra primera visita a la isla. Aclarar que el cangrejo blanco en la mano fue una casualidad: Era marea baja y el nivel de la charca había descendido, este cangrejo estaba en medio del camino y había sobrevivido al tropel de gente que le pasó por encima. Lo devolvimos de inmediato al agua.

Este año lo más relevante en cuanto a fotografía fue sacar un clásico de la Isla, se trata del “Telamón”




El primer nombre de este barco fue “Temple hall”.


Este pecio lleva desde 1981 encallado en una pequeña ensenada al lado del puerto de Arrecife, y es un clásico para los amantes de la fotografía que visitamos la Isla, por lo que no se puede resistir la tentación de fotografiarlo, aunque sea imposible conseguir ya una fotografía inédita de él.


Visitamos el charco de Los Clicos también conocido como lago verde. Es llamativo el contraste del color verde del agua del lago con el negro de la playa y el rojizo de las erosionadas paredes que lo rodean. El color verde dicen que viene dado por un alga que vive en este lago y que se llama Ruppia maritíma.


La Geria, donde volvimos a admirar de nuevo la forma de cultivo de las vides con las cepas plantadas en agujeros y protegidas con paredes de lava formando semicírculos, rectángulos, o tapiales, que confieren al paisaje un aspecto singular. El terreno cultivado también está cubierto por una capa de lava molida para conservar mejor la humedad.




En cuanto a la flora de la isla, llamó la atención el gran número de líquenes, sobre todo en los alrededores de Timanfaya.




  En cuanto a "fauna" esto fue todo lo que vimos en la isla

 Las clásicas agrupaciones de caracoles

Cochinillas (Dactylopius coccus) de las que se extrae el ácido carmínico

Este escarabajo

Eran carnavales, y este gato parecía haberse disfrazado de mosquetero o de Groucho Marx 


Poco mas pudimos hacer en la isla. Destacar que las vistas desde el hotel eran preciosas, ésta es la panorámica que se divisaba desde nuestra terraza: La isla de Lobos y al fondo Fuerteventura.


A pesar de estar tan próximas, para nosotros Lanzarote es totalmente diferente a Fuerteventura, la masificación de gente agobia. Cuando partimos de la isla de los volcanes, lo hicimos con una sensación agridulce, pues el mal tiempo nos impidió hacer prácticamente todo lo que teníamos planificado


Cruzamos en ferry el estrecho de 15 Km que separa las dos Islas, dejando a la izquierda el islote de Lobos


Desembarcamos en Corralejo que es el núcleo que alberga la mayor parte del turismo de la Fuerteventura. Nuestro destino era Tarajalejo a unos 80 Km hacia el sur, es decir había que cruzar casi toda la Isla, así que recogimos en el mismo puerto el coche que habíamos reservado y nos dirigimos hacia el hotel.

Aunque el tiempo había mejorado, los alisios aún soplaban con bastante fuerza, por lo que decidimos evitar la arena del desierto de Corralejo y bajar por la costa oeste (barlovento) en dirección al Cotillo para ver el oleaje que suele haber en esa costa.



Aquí es a donde suelen acudir muchos surferos a practicar todas las modalidades de este deporte. Un poco al norte del pueblo está el faro de Tostón, y allí es todo un espectáculo verles practicar el kitesurf en medio de un oleaje que impresiona.



Seguimos ruta hacia el sur, todo estaba lo mismo que en años anteriores, sin embargo algo si que nos llamó la atención, en muchas partes de la Isla el tono rojizo del suelo había cambiado ligeramente a verde.


Las pocas lluvias habían hecho su efecto y era agradable ver cono habían brotado pequeñas plantas, incluso en algún punto había pequeñas praderas, y las cunetas de las carreteras estaban llenas de florecillas. Las balsas que otros años estaban secas, este año tenían agua y se veían bastantes aves, la cosa prometía.

Teníamos ganas de llegar al hotel para dejar las cosas y continuar con nuestro plan de vacaciones “afotando” todo lo que se pusiese a nuestro alcance.

Llegamos a Tarajalejo al mediodía después de hacer varias paradas por el camino recordando los lugares recorridos en pasados años.

Los molinos

Esto es Agua de Bueyes. Nos gustaba esta foto, pero no hubo forma de esquivar los cables

Uno de los típicos molinos de La Antigua 

El pueblo de Pozo negro ya en la costa de sotavento

La montaña de morro colorado en Cardón

Panorámica de Tarajalejo

Como en años anteriores éramos los únicos españoles en el hotel, aparte de algunos de los empleados. Nos habían reservado la misma habitación del año anterior, y nos colmaron de atenciones.

Después de comer dimos un paseo por el pueblo, todo seguía igual, únicamente habían reparado los desperfectos del pequeño puerto que ocasionó el temporal del año anterior, el mar estaba como un plato (estamos en la costa de sotavento) y el tiempo era el habitual de la Isla: sol, aire y una temperatura entre 17º y 20ºC. Estábamos preparados para empezar a disfrutar de los 10 días que teníamos por delante.

Para empezar en las afueras del pueblo vimos una de las aves que no hay en nuestra tierra el Camachuelo trompetero (Bucanetes githagineus) pero nos pillaron con un objetivo corto y esto fue todo lo que pudimos hacer.



También en la playa y en las rocas de la costa había varios Vuelvepiedras (Arenaria interpres)




Habíamos planificado dedicar las mañanas a buscar y fotografiar toda la flora, fauna y paisaje que se pusiese a nuestro alcance, y las tardes a hacer un turismo algo más “clásico” modificando el plan sobre la marcha según nos apeteciese.

Debido a la aridez de la Isla las aves más fáciles de localizar son las acuáticas, bien sea en la costa, o en las pequeñas balsas de riego diseminadas por la zona. Hay una red de carreteras secundarias que recorre la zona delimitada por el istmo de la Pared y la carretera entre Pájara y Gran Tarajal, este tramo de unos 20 Kms de largo, alberga varias balsas de riego, un humedal protegido (Humedal de la Rosa de Catalina García) y una zona de cultivo, aunque en estas fechas estaba en barbecho.

El habitante mas grande de estas balsas es el Tarro canelo (Tadorna ferruginea) es casi como un ganso de grande. Era normal ver a este escandaloso pato en todas las balsas, aunque no en gran número, ya que casi siempre eran parejas lo que veíamos.






Vimos también un pequeño grupo de Cercetas comunes (Anas crecca) bastante desconfiadas



Las Fochas comunes (Fulica atra) estaban entregadas a los juegos nupciales.



En las balsas rodeadas por algo de vegetación se veían algunas Pollas de agua (Gallinula chloropus)
 


Por las orillas fotografiamos varios limícolas:  El Archibebe claro (Tringa nebularia)





La Agachadiza común (Gallinago gallinago)




El Chorlitejo chico (Charadrius dubius)



El Andarriós grande (Tringa ochropus)




El Andarriós chico (Actitis hypoleucos)



 Y las Cigüeñuelas (Himantopus himantopus)




En cuanto a las garzas vimos cuatro representantes de esta familia:  La Garza imperial (Ardea purpurea)



Garza real (Ardea cinerea)


Garceta común (Egretta garzetta)


Garcilla bueyera (Bubulcus ibis)



Otro de los recorridos que hacemos es dirigirnos hacia el sur, en esta ruta el primer pueblo que encontramos es la Lajita, aquí hay un zoológico y un jardín de cactus. Del zoo me reservo la opinión, ya que no soy partidario de enjaular animales salvajes, digamos que no es un zoo clásico tipo cárcel, pero tampoco es un Cabárceno. Sin embargo el jardín de cactus es una verdadera maravilla que merece la pena ver.

Lindando con el zoo hay un vivero de árboles, palmeras y todo tipo de plantas, y en el exterior hay un pequeño estanque al que acuden a beber todas las aves de la zona. Este conjunto de agua y vegetación hace que en esta zona haya siempre una gran concentración de aves.

Seguramente escapados del zoo, por aquí, y también en los jardines del hotel en Tarajalejo que está a 6 Kms, llevamos varios años viendo a este pájaro.




Es del tamaño de un mirlo y emite un canto bastante fuerte y estridente que no se parece al de algo que conozcamos. Si alguien lo conoce me gustaría saber de que especie se trata, ya que no consigo catalogarlo. Este año hemos visto varias parejas, lo que quiere decir que ya están anidando por la zona. Después de días buceando en Internet he conseguido localizarlo, se trata de un Bulbul cafre  (Pycnonotus cafer) y es originario del Nepal; otro fugado que se han quedado a vivir aquí.  

Otros “invasores”  más conocidos para nosotros son los Pardillos (Carduelis cannabina). Les hemos visto en grupos por casi todas las zonas de la isla en que hay algo de vegetación, pero aquí en la Lajita y en Costa Calma ya forman bandos.





Siguiendo hacia el sur llegamos a otra de las zonas, en este caso es algo más pequeña que la anterior, se trata del propio istmo que une la península de Jandía con el resto de la Isla. Aquí se extiende un pequeño desierto (jable) y en el centro, en la costa de sotavento, está una de las dos zonas residenciales del sur de la Isla: Costa Calma.

Los jardines de esté núcleo urbano bordean la carretera a lo largo de más de un kilómetro, con una anchura en uno de los lados de unos cien metros. es una zona bastante arbolada y recorrida por un pequeño camino. Aquí las aves tienen cobijo y sobre todo agua, aunque la verdad lo que mas nos llama la atención en estos jardines son “las lagartijas”, se trata del Lagarto atlántico (Gallotia atlántica mahoratae) aunque pasan desapercibidos para la mayoría de la gente, hay cantidad de ellos y nos gusta ver como buscan comida, incluso este año tuvimos la suerte de verles aparearse.





























En Costa Calma vimos también bastantes pájaros: Jilgueros, Pardillos, Mosquiteros, Currucas, Gorriones, Tórtolas.......pero lo que más nos llamó la atención fue este Petirrojo (Erithacus rubecula) ya que pensamos que aquí no le había. 


Dejamos Costa Calma y sin salir del jable paramos en una de las entradas que recorren este pequeño desierto.

Un paseo por el camino demuestra la vida que hubo y hay en esta zona. Miles de restos semi fosilizados de algún tipo de abeja alfarera, muchos restos de caracoles, huellas de conejos, ardillas, y aves, aunque no se suelen ver otras señales de vida.... lógicamente la actividad será nocturna.


Sin embargo si que este año vimos a este “crustáceo” que el año pasado se nos resistió, se trata de una cochinilla gigante si la comparamos con las que estamos acostumbrados a ver por aquí, su nombre es Porcellio spinipes y miden aproximadamente unos 3 cms.





Las vimos un día que madrugamos un poco más, y que paramos a dar un pasea por el jable antes de que calentase el sol. Estaba lleno de ellos, sin embargo desaparecieron en cuanto el sol empezó a darles.

En esta zona hay una playa enorme que tiene dos accesos separados varios kilómetros, el de la playa de la barca y el del risco el paso, y aquí si que apetece darse un baño

Seguimos hacia el sur para dedicar otra jornada a Morro Jable. Estamos en la mitad de la península de Jandía, en las urbanizaciones y zona turística de Morro Jable, ya que la población en si está un poco más adelante.

Esta zona turística es muy singular, ya que la recorre una avenida bastante larga, como de un par de kilómetros. Por la derecha de la avenida todo son tiendas, hoteles, restaurantes, etc. mientras que la parte izquierda bordea una franja de marisma entre la playa y la avenida.

Vista desde la avenida

Vista desde el faro 

Este espacio goza de protección especial, por su flora y por dar cobijo a aves migradoras. Esta rodeado por una simple cerca de madera y hay dos o tres pasarelas que unen la avenida con la playa para que acceda la gente.


El 98% de todo lo que se mueve por aquí es alóctono. Si empezamos por los humanos, oír hablar en castellano es una excepción, incluso en alguna de las tiendas les cuesta hablar nuestro idioma, y por supuesto de entrada se dirigen a ti en alemán……..Mejor nos centramos en los animales empezando por las aves.

Las más abundantes son las Tórtolas turcas (Streptopelia decaocto)  están presentes por todos los sitios y se comportan igual que las palomas de cualquier ciudad. Son tan confiadas que cuando estábamos paseando por el jardín que hay a la entrada de Morro Jable, Mary se puso a desenvolver una galleta y al oír el ruido del papel comenzaron a rodearla, e incluso no dudaban en subirse encima para pedir comida.

  



Entre ellas vimos este ejemplar casi blanco.



Las Cotorras argentinas (Myiopsitta monachus) siguen a las tórtolas, no se si en número, pero si en escandalosas, ocupan el palmeral que hay en la entrada, y actualmente se encontraban  preparando los nidos, que son bastante voluminosos.




Hay también dos especies de Ibis pululando por la zona, el Ibis sagrado (Threskiornis aethiopicus) y el Ibis hadada (Bostrychia hagedash) el primero anida en el palmeral junto con las cotorras como pudimos comprobar el año pasado en que fotografiamos y vimos crecer a los polluelos, sin embargo este año estaban empezando a construir el nido.



Al Ibis hadada, se le puede ver por los jardines próximos también a un zoo que hay en la entrada, y sobrevolando por encima de los edificios. Cuando va volando emite una especie de graznido muy potente parecido al maullido de gato.



Hay también bastantes palomas


Como aves autóctonas vimos a los Gorriones morunos (Passer hispaniolensis)




Al Bisbita caminero (Anthus berthelotii) muy abundante por todas las zonas




Y a las Gaviotas patiamarillas (Larus michahellis)



Pasando a los mamíferos estaban las Ardillas morunas (Atlantoxerus getulus) totalmente adaptadas a vivir de los turistas. Este año nos pasó algo parecido a lo relatado de la tórtola: Estábamos cruzando por una de las pasarelas que unen  la avenida con la playa, nos pusimos a desenvolver un caramelo, y al oír el ruido del papel empezaron a aparecer por todos los lados.

 




También hay conejos de monte (Oryctolagus cuniculus) estos son más desconfiados que las ardillas y no les vimos arrimarse a la gente, más bien se escondían en los matorrales si alguien se paraba en el borde a mirarles, pero volvían a salir al poco tiempo.




Lo que nos queda por recorrer de la península de Jandía nos llevará como mínimo un par de días, uno para cada una de las dos rutas que hay.

La carretera asfaltada termina en Morro Jable y nos quedan unos 20 Kms de caminos de tierra para llegar a un conjunto de pequeños edificios y caravanas estáticas al que llaman Puertito de la Cruz, y finalmente al faro de Jandía en la Punta del tigre que es donde termina la Isla.



El mar en este punto es todo un espectáculo ya que el oleaje está garantizado.




Sin embargo las olas más llamativas se producen como a un par de Kms de la costa donde parece que se juntasen “los dos mares” allí se forma un remolino como si hubiese un desagüe y periódicamente las olas chocan una contra otra levantándose el agua a varios metros.


Como vamos próximos a la costa de sotavento, al regreso podemos ir visitando las playas y calas normalmente desiertas, al menos en esta época, que nos vamos encontrando.


En estas playas además de aves, podemos encontrar plantas como la Uva de mar (Zigophillum fontanensi).


Otra jornada la dedicaremos a la otra ruta, algo más larga que la anterior, y un poco mas  variada en lo que se refiere al paisaje. A medio camino entre Morro Jable y el Faro de la punta de Jandía, sale otra ruta que se dirige hacia el poblado de Cofete cruzando la montaña para pasar a la costa de barlovento.


En cuanto llegamos al alto y damos vista a la costa las vistas son impresionantes. En toda la bajada la única vegetación son los Cardones (Euphorbia canariensis) y las Aulagas (Launeana arborescens, que nos permiten tomar algunas fotos interesantes.






Una vez abajo no se alcanza a ver el final de la playa por ninguno de los dos lados, la única pega es que el mar no ofrece un aspecto acogedor para darse un baño. Damos un pequeño paseo por la playa ya que el aire azota bastante y no es agradable que te golpee la arena. Echamos un vistazo a la casa de los Winter y tomamos el camino de regreso.


Hacía bastante aire y los únicos animales que vinos fueron esta mamá y su pequeño.


A la vuelta paramos en la entrada del valle de donde parte una senda que va a también a Cofete pero cruzando a pie la montaña. Allí buscamos los otros cardones (Euphorbia handiensis) a los que por cierto este año nos costo algo más localizarlos, y nos llamó la atención el tono verde que cubría las laderas de las montañas, que siempre habíamos visto sin nada de vegetación.





Algún día lo dedicamos a pasear por los alrededores del hotel y los pueblos próximos visitando los lugares tradicionales, por ejemplo este faro que nos faltaba para “la colección” Es el faro de La Entallada” se encuentra en el alto de un acantilado y hay que recorrer una carretera bastante retorcida y con una buena pendiente en su tramo final.




Volviendo a las aves este año vimos bastantes Buteos, aquí les llaman Aguilillas (Buteo buteo) aunque no pudimos fotografiarlos pues siempre los veíamos desde el coche y volando, y también vimos Cernícalos comunes (Falco tinnunculus) como el de la foto, que está tomada en la entrada a la ciudad de Betancuria



También vimos bastantes Perdices morunas (Alectoris barbara) estaban ya emparejadas.


El verlas en el terreno es verdaderamente difícil ya que se camuflan perfectamente (hay una en la foto).


En la carretera entre Betancuria y Pájara hay un mirador en el punto más alto del recorrido que se llama Los Granadillos. Aquí aparte de encontrar una de las colonias más grandes de Ardillas morunas hay varias aves que comparten el enclave, como los Gorriones morunos, el Bisbita caminero, y el Cuervo canario (Corvus corax canariensis)
  


Y este otro un Alcaudón real (Lanius meridionalis)





Una de las cosas que nos habíamos propuesto este año era fotografiar Guirres (Neophron percnopterus majorensis) así que nos dispusimos a buscar el muladar que hay en Tiscamanita para procurarles alimento.

Vista de la guirrera 

Uno de los volcanes de Tiscamanita

En este enclave había unos cuantos Guirres, pero era imposible acercarse sin que te localizasen 300 metros antes. Lo único que pudimos hacer fue fotografiarles en vuelo. El caso es que el día que llegamos cuando íbamos de camino al hotel vimos uno posado en la cerca de un corral de cabras a unos 30 metros. Le estuvimos viendo un buen rato, pero el equipo no estaba preparado y aunque nos separamos y lo preparé, cuando regresamos se había marchado.








Con los Guirres dábamos por terminada la localización de aves, ya que las que nos faltaban (la Hubara y el Corredor sahariano) estaban fuera de nuestras posibilidades este año, pues con el vehículo que teníamos no podíamos adentrarnos en las zonas que habitan, no obstante si que dejamos previstas para el próximo año las zonas en que íbamos a buscarles y donde podíamos alquilar un vehículo 4x4 un par de días.

No obstante como broche de oro queda esta pequeña joya endémica de la Isla, se trata de la Tarabilla canaria (Saxicola dacotiae) este año conseguimos fotografiar a esta pareja e incluso las hicimos este pequeño vídeo.








Y como no, falta también uno de nuestros objetivos, la Danaus plexippus, más conocida como la Monarca. Ya conseguimos localizarla el año pasado pero no habíamos podido fotografiarla en condiciones. Este año vimos Monarcas en cuatro puntos de la Isla: Betancuria, Pájara, La Lajita y Costa calma. Las distancias entre los dos puntos más lejanos no llega a los 50 Kms, estando por el medio los otros dos puntos, es decir equivaldrían a un mini paseo para esta especie migradora, que aparentemente va colonizando todas las áreas con vegetación de la Isla.





Dentro de los invertebrados estos arácnidos como la araña Orbitela (Cyrtophora citricotav) estaban entre las buganvillas de Pájara. Sus telas eran impresionantes tanto por la ejecución como por el tamaño, pues tenían más de un metro de ancho.


Al ver el tamaño de estas telas pensamos que la araña irá acorde con él, pero no es así, la araña Orbitela apenas mide un par de cms.



Otra de las características de estas telas es que no son pegajosas, los insectos se enredan en los hilos y acaban cayendo  a la red del fondo donde les espera la araña. Aquí las vemos guardando su puesta.



Más común pero con un color mas llamativo que las de nuestra tierra estaban las Arañas de jardín (Araneus diadematus) a esta la fotografiamos en Betancuria.


Este año si que saque las Tabaibas (Euphorbia balsamifera) que hay entre Pájara y Betancuria, son diferentes de las de Lanzarote, al menos a mi me parecieron más grandes y robustas    



El tiempo pasó volando, durante 10 días recorrimos los paisajes volcánicos, contemplamos sus construcciones clásicas y disfrutamos de sus aguas cálidas incluso en está época del año, y volvimos a observar la fauna y flora de la Isla.


Sin darnos cuenta estábamos de nuevo en el aeropuerto. Fuerteventura volvió a cumplir nuestras expectativas, y como en años anteriores nos volvimos a casa con varios cientos de fotos y vídeos, y por supuesto con ganas de volver.

Hasta la próxima.

1 comentario:

  1. mucho arte teneis con la camara, me encantan las fotos

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