martes, 8 de diciembre de 2015

Los Córvidos


Otra entrada dedicada a nuestros vecinos, esta vez menos
populares. Se trata de una familia (Corvidae) con una fama no muy buena entre los que no les conocen a fondo, lo que ha hecho que se les persiga en muchos sitios como a una plaga, pero de lo que no hay ninguna duda es de que los Córvidos son unas aves muy inteligentes, desconfiadas, con un instinto súper desarrollado....y muy peleonas sin importarles el tamaño del contrincante o competidor.



Entre ellos son muy sociables, lo que sí que es cierto es que se aprovechan de los humanos, y a veces pueden llegar a ocasionar daños a la agricultura, pero no todo es malo, por otro lado realizan un trabajo de limpieza considerable en nuestros campos.

Son omnívoros, es decir comen de todo, incluso también algunos pueden cazar pequeños animales, sobre todo roedores y crías de otras aves, aunque prefieren realizar el mínimo esfuerzo y se aprovechan de la comida fácil, sea la que sea y disputándosela a quien se ponga delante.


Su plumaje con un par de excepciones es negro o blanco y negro, y tan solo el Arrendajo y el Rabilargo se visten de colores.


A pesar de la sobriedad del color, los tonos irisados de su plumaje les dan una vistosidad que hace que no desmerezcan de otros parientes que visten trajes más coloridos.



De los representantes de esta familia en la península Ibérica, solamente el Rabilargo (Cyanopica cooki) está ausente de nuestra provincia, aunque sí que pueden verse en ocasiones algunos individuos aislados, por lo que sin más comenzamos por el más representativo: el Cuervo, su nombre científico es Corvux corax, que además de ser el mayor de la familia ya que puede llegar o incluso sobrepasar el metro de envergadura y tener una talla de más de 50 cms, también es el más inteligente y no solo de los Córvidos, sino de la mayoría de las aves.



Su voz (graznido) es grave y característica, y con la frecuencia el tono de ese graznido advierte a los demás de peligros, comida, o cualquier otra cosa que deba ser compartida. Los Cuervos son capaces de imitar sonidos, no solo de aves, sino de mamíferos incluidos los humanos.



Es bastante sociable con los suyos, se emparejan de por vida y les encanta jugar a perseguirse, es interesante ver como acosan a las rapaces, desde el Milano al Águila real, eso sí, siempre desde una posición privilegiada que les mantenga fuera del alcance de picos y garras.



Lo mismo hacen con los posibles competidores terrestres, pero igual que con las rapaces "atacando" siempre desde arriba y por la retaguardia.


Su plumaje totalmente negro y poco vistoso a primera vista se cubre de brillos e irisaciones cuando les da el sol. Incluso defectos como el de este ejemplar que parece estar "emparentado" con un Piquituerto les hacen parecer mas atractivos.



Le sigue en tamaño la Corneja, (Corvus corone), es confundida a menudo con el Cuervo, aunque la Corneja es sensiblemente más pequeña, su pico es algo más fino, largo, y ligeramente ganchudo, en cuanto a la cabeza es algo más redondeada que la del Cuervo, y por último la cola del Cuervo desplegada tiene forma romboidal, mientras que la de la Corneja es redondeada.



En cuanto a su graznido tiene un tono más metálico que el del Cuervo. Aún siendo diferentes es fácil confundirles salvo cuando se ven juntos Cuervos y Cornejas, que es cuando verdaderamente se aprecian las diferencias descritas.




Muy similares en tamaño son las Chovas tanto la piquirroja (Pyrrhocorax pyrrhocorax) como la piquigualda (Pyrrhocorax graculus) viven en la montaña en bandos que pueden llegar a ser numerosos, y que se detectan fácilmente por los característicos sonidos que emiten cuando vuelan y que son muy diferentes de los de sus parientes.



Aunque su plumaje es también totalmente negro, sus picos, como su nombre indica son rojos y amarillos respectivamente, y las patas de ambas especies son rojas. Aunque son omnívoros suelen preferir pequeños invertebrados que suelen buscar a menudo bajo las “boñigas” secas del ganado.


Les siguen en el ranking de tamaño las Grajas (Corvus frugilegus) que sí que se diferencian de todos los anteriores aunque su plumaje sea también totalmente negro. En León tenemos varias colonias de estas ruidosas aves. La época de nidificación es bastante llamativa, pues se juntan todos los individuos de la colonia, generalmente en una chopera, en la que construyen sus voluminosos nidos, y en la que suele haber una algarabía considerable.



Dentro de unos parámetros de belleza humanos no son unas aves muy agraciadas, pues tienen una gran parte de la cara y garganta desprovista de plumas, y esto junto con su pico ligeramente ganchudo les confiere un aspecto un tanto "raro".




El último representante con traje monocromo es la Grajilla (Corvus monedula) son los más pequeños, pero a pesar de su tamaño son tan ruidosos como sus parientes mayores. Su característica principal son sus ojos grises y claritos.




En la época nupcial los machos lucen unas plumas grisáceas en la cabeza que hace parecer que llevan casco. A veces suelen acompañar a los rebaños de ovejas y se alimentan de los pequeños insectos que se mueven al paso del rebaño, por lo que es frecuente verlas subidas en los lomos de estos animales, aunque no desdeñan la carne y los desperdicios humanos si los tienen al alcance.


La Urraca (Pica pica) a la que aquí llamamos Pega, es quizá en nuestra tierra la más famosa y común del grupo, tiene reputación de ladrona, quizá merecida, ya que se lleva todo lo que la llama la atención.



A veces cuando estamos haciendo fotos esperamos que aparezcan, pues es el mejor reclamo para que acudan otras aves, pero tienen el "don de la oportunidad", se ponen en el medio, incordian a las otras especies que esperamos y al final terminan desesperándote, pues una foto que igual llevas semanas preparándola te la hacen perder.



Pero, en fin, habrá que perdonárselo ya que a veces nos hacen más cortas las esperas y además no dejan de tener su encanto.



Hemos dejado para el final a los dos más vistosos de la familia. El Rabilargo (Cyanopica cyanus) que como decíamos no habita en nuestra provincia y si queremos verle en abundancia tenemos que desplazarnos al sur, a la zona de las dehesas, allí es tan abundante como aquí sus parientes las Urracas.


Hace honor a su nombre ya que su llamativa cola es mas larga que el resto de su cuerpo, y aparte del nombre le da una personalidad especial. La combinación de sus colores, azul, negro, blanco y entre beis y rosado, le hacen inconfundible. Su voz estridente y parecida a la de sus parientes también le ayuda a no pasar desapercibido.





Y por último el más llamativo de todos, el Arrendajo (Garrulus glandarius) los dibujos de sus plumas junto con unos colores bastante vistosos, hacen que parezca que no sea de la familia, pero este habitante de nuestros bosques es la excepción que rompe la regla.



Es sumamente desconfiado igual que sus parientes, y más sibarita en cuanto a la comida, pues le encantan todo tipo de frutos. Es un asiduo visitante de comederos y bebederos, lo que nos permite fotografiarlo con relativa facilidad.  




Hasta aquí esta entrada dedicada a los Córvidos. El año que viene seguiremos presentándoos a nuestros vecinos, ya que aún nos quedan muchos.

Espero que os haya gustado. Hasta la próxima

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