Hace ya unos años que aprovechamos dos o tres
días en la primera quincena de Abril para hacer una escapada hacia el sur buscando una primavera mas adelantada que la de nuestra tierra, que aunque ya haya entrado en el calendario aún la quedan semanas para empezar a despuntar.
Nuestro destino es el norte de la provincia de Cáceres, pero antes de llegar hacemos escala en la provincia de Salamanca, concretamente en La Alberca.
Estas escapadas tienen algo en común, nunca nos da tiempo a hacer todo lo planeado, lo cual nos da pie a realizar otras más a lo largo del año aunque todas sigan teniendo el mismo "problema final": tenemos que repetir a ver
si la próxima vez conseguimos.........
Son varios los motivos que nos mueven a hacer este recorrido, aunque el
principal es buscar las Orquídeas que aquí en nuestra provincia aún tardarán
semanas en aparecer.
En esta ocasión llegamos a La Alberca al mediodía, habíamos reservado un bungaló en el camping que hay a la entrada en vez de ir a un hotel. Creo que eramos los únicos campistas y aunque fueron apenas 24 horas el tiempo que estuvimos, quedamos totalmente satisfechos con la tranquilidad y con la "acogedora cabaña".
Yo quería subir cuanto antes a la sierra a buscar a las Cabras monteses, otro de los motivos de la
escapada, así que nos instalamos rápidamente, preparamos la cámara y nos dirigimos hacia el lugar elegido. Aunque las Cabras no estaban en los sitios donde las solíamos ver en otras
ocasiones no tardamos en dar con ellas, y pronto localizamos un rebaño compuesto por hembras y machos jóvenes que se desplazaban por una pedriza .
Estuvimos recechándoles y tomándoles fotos un
rato, y luego cambiamos de emplazamiento para ver si encontrábamos algún rebaño de Machos, pero antes de llegar a la zona elegida vimos de lejos un macho solitario y decidí entrarle. Me hizo subir un buen trecho detrás de él, pero al final conseguí hacerle algunas fotos guapas.
Como dije habíamos
llegado al mediodía, y entre instalarnos y el tiempo dedicado a los recechos anteriores ya apenas quedaban horas de luz, por lo que decidimos buscar a los Machos en una zona que hasta entonces nunca nos había fallado, aunque después de recorrerla pensé
que esta vez iba a ser la primera, pero de repente cuando ya volvía hacia el coche al cruzar
un tramo de escobas empezaron a aparecer cabezas entre la vegetación a apenas una docena de metros de mí, eran un grupo de Machos de entre
7 y 9 años. El sitio no había fallado y pude hacer unas cuantas fotos más.
Aunque oscurece ya algo más tarde
ya no había tiempo para seguir por la sierra, y como ya habíamos visto y fotografiado a unas cuantas Cabras, decidimos bajar para ir a buscar un sitio que nos habían
comentado en el que se podía ver un paisaje especial. Se trataba de un
meandro (meandro del Melero) que hace el río Alagón en el límite de las
provincias de Salamanca y Cáceres.
Cuando llegamos ya estaba
anocheciendo, pero aún nos dio tiempo a tomar unas fotos mientras admirábamos
las preciosas vistas del río flanqueado por esa pradera verde tan llamativa.
El tiempo había ido cambiando a
lo largo del día y ahora empezaba a amenazar lluvia, parecía que esta vez las predicciones que había vaticinado un tiempo malísimo iban a acertar, y cuando llegamos al camping empezó a llover y ya no
paró en toda la noche.
Al día siguiente madrugamos y al
salir a la calle vimos que toda la sierra estaba nevada, algo con lo que yo había
soñado cada vez que íbamos allí. Rápidamente cogimos el coche y nos dirigimos hacia
la nieve, mientras subíamos el tiempo iba empeorando y ya a medio camino la
carretera estaba cubierta, la niebla había bajado, y además nevaba con ganas.
Aún así decidimos seguir a ver si
localizábamos alguna Cabra desde la carretera, pero cuando llegamos arriba con la niebla y nevando y la visibilidad era nula. Decepcionados dimos la vuelta y
empezamos a bajar pues la carretera se estaba poniendo mala.
Habíamos bajado un
par de kilómetros cuando nos cruzamos con la quitanieves que subía limpiando, y un poco más abajo ya habían
cortado el acceso al alto los de conservación de carreteras. Con los rotativos de la quitanieves y de los coches de
señalización aquello parecía una verbena, y como separarse de la carretera en este
terreno sin ver donde pisas es imposible, decidimos abandonar y continuar
viaje hacia la siguiente etapa: Monfragüe.
Después de pillar bastante lluvia
en el trayecto, llegamos a nuestro destino, el Camping de Monfragüe, donde
habíamos reservado otro bungaló. En nuestra agenda el primer punto y motivo
principal de la escapada, como dije al principio, era bajar hasta Almaraz y fotografiar las Orquídeas de esa zona.
Este año habíamos adelantado la
escapada un par de semanas........ y aún así cuando llegamos allí y vimos como estaban las Orquídeas, nos dimos cuenta que habíamos llegado dos semanas tarde. La
floración se había adelantado mucho, y la falta de lluvias ocasionó que hubiese
muchas menos, mas pequeñas, y además en su mayoría ya pasadas.
Después de haber visto la floración espectacular del año pasado, nos daba un poco de pena verlas así, pero a pesar de esto todavía localizamos alguna de las que íbamos a buscar y centrándonos en las flores más que en la planta, pudimos tomar algunas fotos interesantes.
Aunque parecía que en el trayecto a Monfragüe nos habíamos
adelantado al temporal por la tarde empezaron a caer algunas gotas, así que
decidimos dejar la mitad del "campeo" para el día siguiente y
volvimos al camping a comer y a dedicar la tarde a hacer un recorrido por el
parque para visitar los sitios típicos: Las Portillas del Tietar, El salto del
gitano, El castillo..... y sacar alguna foto si surgía la ocasión.
Durante el recorrido tomamos unas fotos
representativas de un nido de Cigüeña negra, y de unos buitres, y cuando
regresábamos un grupo de confiadas ciervas nos permitió tomar algunas fotos
interesantes.
Ya de vuelta en el camping
aproveché para sacar unas fotos a los Rabilargos, que allí son tan abundantes
como las Pegas (Urracas) en nuestra tierra.
Al día siguiente completamos el itinerario que habíamos dejado pendiente el día anterior, localizando y fotografiando alguna orquídea mas.
Ophrys tenthredinifera
Ophrys scolopax
Ophrys scolopax
Las plantas que aún conservaban flores nos permitieron pasar la mañana tomando algunas fotos más, y luego a la vuelta hacia el camping paramos en el embalse de Arrocampo, pero ya era
tarde para ir a los observatorios de aves que hay en esa zona y después de un
corto paseo por la orilla nos fuimos a comer.
Cisticola buitron
Por la tarde hicimos un recorrido por las dehesas para ver los Alcornoques. A mi personalmente me encantan las
ramas secas de estos árboles como posaderos, y estuvimos buscando alguna entre los restos que hay por allí para
colocarlas en nuestros bebederos.
Milano negro
En cuanto a fauna solo vimos un
zorro al que pudimos tomar alguna foto, y una impresionante Escolopendra de más de 10 cms. entre los restos de unas cortezas de Alcornoque.
Al día siguiente partimos hacia
León, pero antes de llegar a Béjar volvimos a acordarnos de las Cabras y
decidimos cambiar la ruta y hacer un rodeo para ver si seguía habiendo nieve en
el alto de la sierra y podíamos tomarlas alguna foto con ese "fondo" tan especial.
Cuando llegamos a La Alberca no se veía la
peña pues estaba cubierta por la niebla, así que empezamos a subir para ver
que encontrábamos.
Dejamos la zona de monte atrás y ya en terreno descubierto comprobamos que se había ido mucha nieve, aunque aún quedaba una pequeña capa que cubría en parte el terreno. Seguimos subiendo y ya en las peñas localizamos un pequeño rebaño de hembras y machos jóvenes, y aunque el grupo estaba un poco separado de la carretera parecía que iban bajando hacia el monte y quizá mas tarde se las pudiese entrar, así que seguimos tomamos altura con el coche con el fin de que Mary quedase en él mientras yo bajaba andando para ver si localizaba algún ejemplar más y podía tomar alguna foto.
Dejamos la zona de monte atrás y ya en terreno descubierto comprobamos que se había ido mucha nieve, aunque aún quedaba una pequeña capa que cubría en parte el terreno. Seguimos subiendo y ya en las peñas localizamos un pequeño rebaño de hembras y machos jóvenes, y aunque el grupo estaba un poco separado de la carretera parecía que iban bajando hacia el monte y quizá mas tarde se las pudiese entrar, así que seguimos tomamos altura con el coche con el fin de que Mary quedase en él mientras yo bajaba andando para ver si localizaba algún ejemplar más y podía tomar alguna foto.
Cuando llegué a la zona donde las
habíamos visto, comprobé que habían bajado un poco más e incluso alguna se había acostado en la nieve, y por fin pude tomar unas cuantas
fotos de las Cabras de las Batuecas en la nieve.
Habiendo visto otras veces la
facilidad con la que estos animales se movían por las pedrizas, era llamativo ver con que
cuidado se desplazaban ahora, dando incluso algún traspiés pues no veían donde pisaban, así que después de
tomar unas fotos y viendo que ellas volvían a subir, yo baje un poco más para no molestarlas y llame a Mary para que
viniese a buscarme y continuar camino hacia casa.
Fueron solo tres días pero salimos de la rutina y conseguimos alguna foto especial, además cuando volvamos otra vez a las
monteses de las Batuecas no echaré de menos la nieve, pues pude comprobar que pedriza y nieve aunque forman un combinado muy fotogénico, te limitan totalmente los movimientos en un terreno que ya es difícil en condiciones normales .
Y esto ha sido todo, espero que
os haya gustado y hasta la próxima.
Estupendo relato Victor... como todo tu blog!! Un fuerte abrazo
ResponderEliminarGracias Marisa. Un abrazo
EliminarLas fotos como siempre magistrales.
ResponderEliminarGracias Ricardo
EliminarPrecioso reportaje al igual que la narrativa, ¡como siempre! amigo Victor. Gracias por compartir tanta belleza.
ResponderEliminarUn abrazo desde tierras alicantinas que raramente llevamos desde el viernes noche intensas lluvias, esto no sucedía desde hace 50 años.
Gracia Juan. Paciencia con el agua, es una pena que no se reparta más, por aquí arriba apenas ha llovido y el campo lo necesita. Un abrazo.
EliminarUna maravilla de reportaje, bien contado y con unas imágenes que embelesan y alegran el alma.
ResponderEliminar¡Qué hermoso paseo! Gracias por compartirlo.
Un abrazo.
Muchas gracias por tu comentario Montse. Me alegro mucho que te haya gustado la entrada. Un abrazo
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