Hay determinadas especies de
aves que han decidido
pasar una parte del año en una zona del planeta y el
resto en otra que a veces se encuentra a miles de kilómetros de donde nacieron. Para ellas no existen fronteras y eso las facilita poder elegir el mejor sitio donde vivir
dependiendo del clima y de la facilidad de encontrar comida.
Aquí en la península Ibérica y concretamente en en la provincia de León, algunas
vienen desde los países del norte a pasar el Otoño y el Invierno buscando un
clima más benigno que el de sus lugares de origen, como los Milanos reales y un
gran número de aves acuáticas.
Otras hacen lo contrario, aunque han nacido aquí, dejan
nuestra tierra a finales de verano y se van hacia el sur a pasar allí parte del Otoño y del
Invierno buscando climas más cálidos, volviendo a regresar a finales de invierno para dedicar su estancia por esta tierras a la reproducción y a sacar adelante a sus pollos.
Es a esas aves que han nacido aquí donde yo he elegido vivir,
un pequeño pueblo al sur de León muy cerquita de la capital, a las que voy a dedicar esta entrada.
La zona en la que vivimos se dedicaba hace años a la agricultura de secano, pero hoy día el 90% del terreno de labor se encuentra abandonado, y las zonas comunes como los antiguos pastizales las dedican ahora a la plantación de chopos.
Este abandono del campo favorece en parte a que determinadas especies, como por ejemplo algunos roedores, insectos y algunos reptiles encuentren un hábitat propicio para vivir, lo cual supone que las aves a las que vamos a dedicar la entrada tienen el sustento garantizado.
La zona en la que vivimos se dedicaba hace años a la agricultura de secano, pero hoy día el 90% del terreno de labor se encuentra abandonado, y las zonas comunes como los antiguos pastizales las dedican ahora a la plantación de chopos.
Este abandono del campo favorece en parte a que determinadas especies, como por ejemplo algunos roedores, insectos y algunos reptiles encuentren un hábitat propicio para vivir, lo cual supone que las aves a las que vamos a dedicar la entrada tienen el sustento garantizado.
En un entorno de aproximadamente
6 ó 7 Kms. alrededor de mi casa, viven varias de estas aves y todas ellas
tienen un denominador común, cuando regresan se hacen notar de una forma u otra, bien sea por
lo llamativo de su plumaje, por su canto, o por su comportamiento.
Personalmente no sabría elegir
sobre cuál de estas especies es mi favorita, pues todas son interesantes, y a
su observación dedico buena parte de mis salidas para conocerlas un poco mejor
e intentar fotografiarlas. A algunas de ellas creo que ya las empiezo a conocer
bien y ya tienen una o varias entradas dedicadas a ellas en "mi blog".
Empezaré por la Cigüeña blanca a
la que ya dediqué una entrada hace años "La Cigüeña blanca". Los adultos llegan por separado, primero los machos
y luego las hembras, los machos llegan a finales de Diciembre o
primeros de Enero, y las hembras suelen regresar a primeros de Febrero, cuando
los machos ya han tomado posesión de los viejos nidos.
Las Cigüeñas de esta zona, que como dije es terreno de secano, se mueven por los barbechos o por las tierras abandonadas buscando comida, generalmente reptiles, insectos y pequeños mamíferos, aunque no desdeñan la carroña y los restos de basura que puedan encontrar.
En el pueblo y en sus alrededores
una docena de parejas tienen sus enormes nidos decorados con restos de
plásticos, cuerdas, y todo aquello que les llame la atención, y en ellos sacan
adelante a su prole, que dependiendo de la abundancia de comida está normalmente entre uno y tres "cigoñinos" .
Como decía son las primeras en
llegar y también las primeras en irse de
por aquí, ya que a lo largo de la primera quincena de Agosto se unen a otras formando en grandes bandos y van desapareciendo.
Les siguen en tamaño los Milanos
negros. Son los más numerosos y sus siluetas en el cielo son inconfundibles
cuando patrullan buscando comida.
Ellos son los encargados de
mantener saneado el campo consumiendo animales enfermos y sus restos, ya que a
pesar de su fiero aspecto son muy torpes para cazar salvo que se trate de
alguna cría despistada o como he dicho individuos enfermos.
Hace ya unos años que controlo a
esta especie desde que llegan en Marzo hasta que se van allá por finales de
Agosto.
Como buenas carroñeras, al igual
que los buitres, basan la búsqueda de comida en planeos, cada uno sobre una
determinada zona controlándose unos a otros, y cuando uno localiza algo y
comienza a descender, los demás le ven y acuden al sitio.
Una población de unos 35 ó 40
ejemplares vive por aquí, y esa cantidad prácticamente se duplica en Agosto
cuando los pollos del año acompañan a sus padres durante una o dos semanas
antes de emprender su viaje al sur.
Hay otro ave muy especial que nos
acompaña desde Abril, criando aquí y quedándose con nosotros hasta finales de
verano, se trata del Águila calzada, posiblemente una de las Águilas más
bonitas.
Desde hace tiempo una pareja tiene
aquí su territorio y hace unos años las dediqué una entrada: "El Águila calzada",
pero este año aunque en un lugar diametralmente opuesto en el término he controlado una
segunda pareja. La pareja más antigua está formada por un ejemplar de morfo claro y
otro oscuro, y ambas se dejan notar a menudo para desgracia de las Urracas, Conejos,
Palomas y Lagartos que abundan en la zona.
Éstas tres especies citadas son de
sobrio plumaje, blanco, negro y marrón, aunque sus picos y patas destaquen con
colores como el rojo y el amarillo, y no pueden competir en colorido con otros
vecinos cuyo "traje" es mucho más llamativo, y que como los
anteriores regresan en primavera a sus lugares de nacimiento. Uno de ellos
también bastante madrugador es la Abubilla.
Como los Milanos suele verse a
primeros de Marzo, o quizá mejor dicho oírse, ya que su clásico "bu bu bu" es uno
de los primeros anuncios de la llegada de la primavera. Su colorido que destaca
en su vuelo "mariposeante" y su cresta de plumas que eriza cuando se
excita son muy llamativos, y hacen de la abubilla un interesante modelo para
fotografiar.
Otro vecino muy interesante y
ruidoso, aunque algo más tímido que los anteriores es el Cuco, y aunque todos
seguramente hemos oído alguna vez su clásico "cu cu", pocas veces hay ocasión de
verle de cerca.
Algo parecido ocurre con el Críalo
que tiene un canto bastante estridente y un aspecto un tanto fiero. A él también le dediqué una entrada en el Blog: "ElCríalo europeo".
Ambas especies comparten un
comportamiento especial, el parasitismo de nidos. Los Cucos parasitan todo tipo
de nidos depositando un solo huevo en cada uno, para que unos padres adoptivos
lo incuben y saquen adelante al pollo que quedará como único inquilino del nido
al haber eliminado a sus hermanos adoptivos. Algo parecido ocurre con los
Críalos, aunque estos están especializados en parasitar nidos de Córvidos, en
esta zona suelen ser los de las Urracas. Los Críalos tiran los huevos que hay
en el nido y depositan los suyos, las Urracas sin saberlo sacan adelante las proles
de estos okupas.
Hay otras pequeñas aves viajeras
que pasan una gran parte del año por estos pagos, citarlas a todas alargaría
demasiado la entrada y además son comunes en casi todos los puntos de nuestra
geografía, así que me remitiré a citar dos un tanto especiales. Una de ellas
vive en las orillas del pequeño riachuelo que atraviesa el pueblo, el Pájaro moscón.
Estos pajarillos decoran los
árboles del riachuelo con sus espectaculares y acogedores nidos. Su número es
muy variable, y hay años en que son varias las parejas que se establecen aquí y
otros años cuesta ver alguna. El pájaro moscón también tiene su entrada
específica en el blog: "El Pájaro moscón europeo".
La otra especie es el Alcaudón
común, es una gozada ver como en pleno verano acuden a los bebederos que les
tengo preparados acompañados de sus pollos que tienen un plumaje muy diferente
del de sus padres.
El Abejaruco es posiblemente el
ave más llamativa y con más colorido de nuestra fauna avícola. Llega a finales
de Abril y pasa aquí todo el verano.
Su piar o canto característico
cuando está en vuelo es muy llamativo y se escucha desde bastante lejos. Aquí
cerquita hay una pequeña colonia que me ha permitido estos años observar su
comportamiento especial permitiéndome tomar muchas fotos.
Personalmente de ese
comportamiento especial lo que más me gusta es ver como preparan sus presas para comérselas, o para ofrecérselas a la compañera en las
paradas prenupciales. En el blog hay un par de entradas dedicadas a este ave: "Los Abejarucos" y "El Abejaruco"
Y por último uno mis vecinos más tímidos, aunque oírle es fácil pues su canto es inconfundible
y muy potente, resulta casi imposible verle pues su plumaje totalmente mimético
y las posturas que adopta le hacen prácticamente invisible. Se trata del
Torcecuello euroasiático, es un ave emparentado con los "pájaros carpinteros", aunque su pico no está preparado para taladrar madera.
Es uno de mis vecinos más
próximos ya que en primavera nos despierta todos los días cantando en un nogal cerquita
de la ventana, pero de oírle a verle y fotografiarle hay un buen trecho. Sin
embargo este año conseguimos convencerle y tomarle algunas fotos, y creo que se
merece una entrada específica que pronto le dedicaré.
Aún
quedan bastantes especies más que aunque no se establezcan durante meses aquí en nuestra zona, si
que pasan unos días o semanas con nosotros y cuya presencia a veces parece
imposible de creer en el lugar en que estamos, pero eso será otra historia.
Esto ha sido todo, espero que os
haya gustado y hasta la próxima.
Precioso reportaje, muy didáctico y con maravillosas fotografías amigo Victor. Qué suerte el poder contemplar semejante belleza, disfrutarla e inmortalizar.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Juan. Estos "bichines" nunca defraudan, y si que es una suerte poderles contemplar. Un abrazo
EliminarMagnífico resportaje y con unas fotos espectaculares de tus vecinos viajeros. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracia Montse. Un abrazo
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