Rapaces y acuáticas.
El fin de
semana pasado hemos conseguido observar a varias
especies de aves en su ambiente, vimos como se alimentaban, y las pudimos tomar bastantes fotografías.
El pasado sábado por la tarde nos
acercamos hasta Chozas, las lagunas estaban a rebosar de agua. Lo que primero nos
llamó la atención fue el bando de Garcillas bueyeras que estaban tomando el sol.
Cuando estábamos viendo las Garcillas vimos moverse algo entre las hierbas de la orilla, se trataba nada
menos que de una Garza imperial.
Para nosotros se trataba de una
especie excepcional, pues nunca la habíamos visto por esta zona, en la que sin
embargo suelen abundar los otros parientes de esta zancuda, como las Garcetas
comunes, Garzas reales y las mencionadas Garcillas bueyeras.
Cuando estábamos controlando al ejemplar de la
imperial apareció otro, la verdad es que se mimetizan tan perfectamente con las
hierbas secas que cuesta verlas a simple vista, así que después de mirar con más
detalle la zona en que se movían finalmente localizamos otros tres ejemplares más. Nada menos
que cinco Garzas imperiales que estaban pescando y cazando, dos de ellas se movían por el agua, mientras que las otras tres andaban por entre la hierba. Su forma de
pesca era tan “suave” como la de la Garza blanca, y las vimos capturar algunos
pequeños animales en el agua, aunque no pudimos precisar de que se trataba.
Cuando estábamos observando a las
garzas, un Aguilucho lagunero se levantó de los cañizos del medio de la laguna y
empezó a recorrer los bordes de la cemba central. Le vimos hacer varios picados y finalmente
localizamos el motivo, estaba acosando a una pollada de Azulones y la pata los
defendía.
Una de las veces que picó desapareció entre la hierba y al cabo de un par de minutos levantó y se fue de
nuevo para el centro de la laguna…....debió de conseguir lo que quería.
Al poco rato la familia de Azulones salió a recorrer el borde de la laguna, solamente había siete patitos, muy pocos
para lo que suele ser una nidada de esta especie.
La bandada de Garcillas bueyeras,
Cucharas, Cercetas, Fochas, Azulones, Cigüeñuelas, Avefrías, y la pareja de
Somormujos completaban el reparto de aves que pululaban a nuestro alrededor.
A la mañana siguiente decidimos
acercarnos a Villafáfila. El día estaba despejado ¡¡Por fin un día sin polvo ni
barro!! Además tuvimos suerte, pues pudimos fotografiar a ejemplares que aunque
son comunes en la zona, no siempre se dejan aproximar tanto.
Nada más llegar le sacamos estas
fotos a un Buteo.
Como el observatorio de Otero
estaba a rebosar de coches, continuamos camino para ver que había en las
pequeñas lagunas que bordean la Salina, y nos encontramos con un grupo de tres Espátulas. Estuvimos un buen rato observándolas, lo que nos permitió ver como se alimentaban y además fotografiarlas
a placer.
Muy cerca de ellas vimos también a los Tarros
blancos.
Después de un buen rato continuamos camino y los que se hacían notar más que
de costumbre con sus estridentes cantos eran los Trigueros.
Como tenemos por costumbre, a eso
de la una volvimos a Otero para comer un bocadillo viendo las evoluciones de
los Cernícalos, pero esta vez estaban volando muy altos y no se veía ninguno en
los lugares de costumbre, al rato nos dimos cuenta del motivo, esta preciosa
Águila calzada estaba planeando por la zona, y acabó pasando por encima de
nosotros.
También las Grajillas estaban en el campanario.
En la entrada anterior comenté
que habíamos visto de lejos un Águila calzada oscura, así que después de comer
el bocadillo volvimos por el camino que bordea por el Oeste la Salina grande
para ver si la veíamos….y nos la encontramos. De nuevo estaba volando y llevaba
los restos de su presa entre las garras.
En este camino fotografiamos también unas Cigüeñas, aunque estamos muy acostumbrados a verlas merecían también un par de fotos.
Continuamos camino para echar un
vistazo a las avutardas y nada más tomar el camino, nos encontramos esta bonita
hembra de Cernícalo.
Había también bastantes Collalbas grises como la de la foto.
Cerca de Tapioles vimos a un
grupo de tres Lechuzas campestres que sobrevolaban y hacían picados sobre unas
junqueras. Estuvimos un buen rato observándonos mutuamente como puede verse por
las fotos.
Finalmente tomamos el camino
hacia casa viendo los grupos de avutardas que siguen con sus escaramuzas, y
admirando de nuevo la majestuosidad de los barbones pavoneándose ante sus congéneres.
Con las fotos a las Avutardas dimos el día por
terminado y nos volvimos para casa con las tarjetas llenas, y sobre todo con un
buen sabor de boca gracias a las aves que estuvimos viendo continuamente.
Hasta la próxima.
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