.….Y la Garza blanca se volvió
gris.
Hacía unos días que no me
acercaba por el Bernesga. Desde la riada de Abril, la Garza blanca (Ardea alba) se había marchado
definitivamente aunque su lugar de pesca fue ocupado de inmediato por sus
parientes las reales (Ardea cinerea). Después de que publiqué mi entrada "Garceta grande en León" estuve fotografiando
a este bonito ejemplar de Garceta grande o Garza blanca varias veces más a lo largo
de los meses que pasó con nosotros.
Estaba tan integrada en la ciudad
y con la gente que incluso pasaba ratos dentro del Parque de Quevedo que está al lado del río.
En cuanto a pescar, la vi hacerlo
incluso con el río totalmente barrado, era un espectáculo verla capturar peces
con un porcentaje de fallos inferior al 10%.
En aquellos días, cuando estaba la Garceta
grande, varias veces fotografié hasta a dos Garzas reales que estaba “al quite”
para intentar robar la pesca a su pariente, aunque la verdad nunca lo consiguieron,
pues la misma habilidad que demostraba pescando, la tenía para esquivar a sus
perseguidoras.
Como he dicho fueron muchas las
capturas que pude observar y fotografiar. Su sistema de pesca siempre era el mismo: se
acercaba al río, observaba, cogía un pez (siempre eran bogas) lo tragaba y
volvía a descansar, después ya no volvía a pescar en un buen rato.
Aquí van alguna de esas capturas y todas son diferentes.
Aunque permaneció con nosotros
hasta primeros de Abril, ésta fue la última foto que la saqué pescando.
Ayer pude observar que la
“sustituta” no se conformaba con una sola captura, en una hora recorrió el río
desde cerca de la pasarela pequeña debajo del puente de San Marcos, hasta el
azud que está por encima del Hostal. En ese tiempo capturó cuatro peces y fallo
una vez.
Su sistema de pesca, aunque
similar, era mucho menos fino que el de su antecesora. Los peces que capturó eran bastante más pequeños, excepto el tercero, y fueron los siguientes: Un gobio,
Una bermejuela,
Un chapuzón sin resultado,
Un barbo, por cierto que la costó
bastante sacarlo, y tuvo que meterse entera debajo del agua para conseguirlo, aunque parece al principio que lo tenía dominado, la costo 20 segundos sacarlo a la superficie.
Finalmente cogió otra bermejuela.
Esta captura fue la última que vi, aunque la Garza seguía pescando.
En el tiempo que estuve siguiéndola la saqué
bastantes fotos, ya que al menos para mi no es fácil fotografiar tan cerca a una Garza real pescando.
Durante la espera entre captura y captura, fotografié a este pequeñín, un Carbonero garrapinos (Parus ater) que tenía el nido en uno de los agujeros del
muro al lado de donde yo estaba y que durante todo el tiempo estuvo trayendo
comida sus pollos.
Hasta la
próxima.
Muy buenas fotos de estas habilísimas pescadoras!
ResponderEliminarMe gusta el blog; muy completo y de gran calidad, enhorabuena!
Un saludo!
Gracias Peio, me alegro que te haya gustado.
EliminarSaludos
me parece imposible que en leon tengamos especies tan bonitas,,,,,¡
ResponderEliminarBonitas fotos. Hoy nuestra amiga estaba en lo alto de un sauce en el Parque de Quevedo, y aunque sólo he reparado en ella hace un par de años, por toras fotos de flickr y blogs he visto que lleva con nosotros por lo menos desde 2007. Salu2
ResponderEliminarGracias. El ver pescar a estas aves es una experiencia fabulosa, esperemos que la presión humana no la desplace y podamos seguir disfrutando de sus habilidades.
EliminarSaludos.