Hace tiempo he venido observando
como por encima de
nuestra casa sobrevolaban un Águila calzada y un Alimoche,
algo no muy común en la zona ya que estamos en las afueras de León.
Águila calzada (Hieraaetus pennatus)
Alimoche ( Neophron percnopterus)
En la zona en que vivimos abundan
también los Milanos negros, los Buteos, y los Cernícalos, y a pesar de haberlos
fotografiado muchas veces, tenía ganas de poderles sacar alguna foto más cerca.
Milano negro (Milvus migrans)
Busardo ratonero (Buteo buteo)
Cernícalo común (Falco tinnunculus)
Ya que disponía de unos días en
que no íbamos a ir a ninguna parte, me fui a buscar un sitio apropiado por la
zona en donde se ve más abundancia de estas aves. Después de recorrerla
localice una mata perfecta y a 25 mts
una raíz que podría servir para posadero, además situada en el centro de la zona en que
estos animales se alimentan, ya que allí hay varias colonias de conejos. Por el
contrario la distancia al posadero, el entorno y la posición del sol eran fatales, totalmente las condiciones contrarias para conseguir unas fotografías técnicamente buenas, pero una situación ideal para ver el comportamiento de estas aves de cerca.
Había visto un conejo muerto (atropellado en el camino) lo saque para el borde y decidí probar suerte, a pesar de ser ya media mañana. Lo cierto es
que no esperaba este resultado, ya que
apenas en media hora tuve el primer visitante, nada menos que el Águila
calzada.
Sinceramente no la vi llegar, de
repente estaba allí. Durante casi cinco minutos permaneció en el posadero
acicalándose, finalmente bajó al suelo, pero no se acercó al conejo.
Posiblemente “aquello que estaba allí” no se comportaba como una presa.
Después de un buen rato
contemplándola a placer se marcho, y aparecieron las Urracas y los Cuervos, que me
sirvieron de entretenimiento un buen rato. Fue interesante observar el
comportamiento de las “Pegas” (Urracas), ver como se comunicaban y como se iban
turnando para comer mientras una de ellas vigilaba desde el posadero.
Un par de horas después recogí el conejo que estaba aún entero, y lo deje guardado en la mata con idea de volver al día siguiente y entrar antes de que amaneciese.
Así lo hice, y nada mas meterme en la mata y sin
apenas luz vi un bulto en el posadero, era una hembra de Cernícalo común con
un topillo entre las garras.
Un buen rato después ya con el
sol fuera, sentí un fuerte aleteo sobre mi cabeza, y a unos 10 mts de donde
estaba el conejo descendió este precioso Alimoche.
¿Qué hacía tan lejos de sus lugares habituales? El caso es que se acercó a la comida con ese andar característico de los buitres y se puso a comer.
Un rato después llegó este Milano negro que aparentemente venía con hambre, ya que hizo que el Alimoche dejase la comida.
Después de un buen rato ya apenas quedaba conejo, y se marcho dejando los restos a las Pegas, ya que hasta ese momento las había mantenido a distancia de "la comida".
Mientras comía el Milano, este Alcaudón real estuvo revoloteando alrededor mío por la mata, y luego se fue al posadero desde donde también estuvo contemplando la escena.
Finalmente después de cuatro horas disfrutando con las aves que acudieron, decidí dar por terminada la sesión y recogí los "bártulos". No pensaba volver pero al día siguiente Mary me llamó cuando iba para León y me dijo que había un conejo
atropellado al lado de donde había estado. Cogí la cámara y me volví a meter en la mata. A las once
de la mañana empezaron a llegar estos
visitantes.
Durante un momento llegaron a juntarse cuatro ejemplares, aunque uno no se atrevió a acercarse y se quedó “fuera de la foto”. Por el tamaño era un juvenil de este año, pero no pude fotografiarle, pues las ramas me tapaban el objetivo.
Las diferencias de plumaje entre ellos eran grandes, hasta el punto de que este ejemplar me hizo dudar de si no se trataría de un Milano real, pues mi experiencia con estas aves era prácticamente nula.
Pero aún faltaba otro plato
fuerte. A mi izquierda llevaba toda la mañana moviéndose un bando de palomas, y
de repente de la nada apareció un Halcón peregrino, “pilló” a una y con la
inercia del ataque fue a aterrizar enfrente de donde yo estaba.
Le saque un montón de fotos, y finalmente después de más de un año, me decidí a probar el video de mí cámara, apenas grabé 30 segundos pues solo llevaba una tarjeta y temí quedarme sin espacio para fotos si me entraban más aves, pero al menos me ha servido para ver como funciona.
Lo cierto es que prefiero las fotos, pero ahora me arrepiento de no haber grabado a los milanos y al alimoche alimentándose y pegándose….otra vez será.
El haber podido ver en directo
como se comportaban, como establecían jerarquías para alimentarse, como comían,
y sobre todo ver a estas soberbias aves de cerca ha sido una experiencia
inolvidable. Las fotos dejan que desear técnicamente, pero no cabe duda de
que dan idea de los momentos relatados.
Solamente se me resistieron los Buteos, que a pesar de ser la especie más abundante entre las rapaces de la zona, no entraron y se mantuvieron a distancia sobrevolando las "huras" de los conejos, así que quedarán para la próxima vez.
Hasta la próxima.
Solamente se me resistieron los Buteos, que a pesar de ser la especie más abundante entre las rapaces de la zona, no entraron y se mantuvieron a distancia sobrevolando las "huras" de los conejos, así que quedarán para la próxima vez.
Hasta la próxima.
Enhorabuena por esta fenomenal entrada. Se ve que disfrutaste un montón. La persistencia y la paciencia tiene sus recompensas. Excelentes fotos.
ResponderEliminarSaludos
Gracias José Alberto. La verdad es que si que fue una gozada ver estas aves tan cerca de casa.
EliminarSaludos