lunes, 3 de octubre de 2016

La reina de la noche y los "pájaros" de oro


Aunque habíamos hablado de ello, planeamos el
viaje esa misma semana y salimos para Muel después de comer. Teníamos algo más de 500 Km por delante para llegar  a nuestro destino.

Llegamos al atardecer y nos dirigimos directamente a tratar de fotografiar a la Gineta que las personas con las que habíamos quedado tenían localizada.

Una experiencia fabulosa el ver a este mustélido tan especial, y por supuesto apreciar el trabajo que lleva conseguir aquerenciarle a  un sitio donde poder observarle.

Desde entonces han pasado ya unas cuantas semanas, pero yo aún la estoy viendo salir de la maleza, recorrer el tronco.......





........ y saltar



Después de pasar una hora fabulosa, recogimos y nos dirigimos al hotel, y entre unas cosas y otras nos fuimos a la cama a una de la madrugada, quedando de salir al día siguiente a las cinco de la mañana, en busca de de las Gangas ibéricas y otras aves esteparias.

El lugar, una pequeña charca natural, que es mantenida artificialmente aportando agua en la estación estival, y que se controla desde un hide colocado estratégicamente de tal forma que la cámara queda prácticamente a ras de suelo. 


Este agua en un lugar en que es tan escasa, ayuda a pasar la época de sequía a las aves de la zona que de otra forma lo pasarían mal, y por supuesto a nosotros nos facilitó la observación y la toma de fotos de aves que en nuestra tierra no existen o son muy difíciles de ver, al menos en la cantidad que las vimos allí.

Este enclave tiene muchos protagonistas, aunque el más deseado por nosotros era la Ganga ibérica, especie que no hay en nuestra tierra, pero además de las Gangas ver entrar grupos de sus parientes como la Ganga ortega, y de otras aves como las Calandrías, Tórtolas europeas, Cogujadas montesinas.........y el resto de especies que fotografiamos hizo que pasásemos unas horas inolvidables.


Lo cierto es que a las doce de la mañana ya estábamos de regreso hacia nuestra tierra con la satisfacción de haber visto con detalle especies, que al menos yo, hacía mucho tiempo que no veía.

Aquí os dejo algunas de las fotos conseguidas. He seleccionado las de las especies que más me han llamado la atención, aunque no están todas, ya que he contabilizado un total de 19 en el poco tiempo que estuvimos allí, pero por lo que nos comentaron, aún faltarían unas cuantas más.

Empezamos con la protagonista principal, la Ganga ibérica. Me encanto ver aproximarse a estas aves entre Perdiz y Paloma pero con un plumaje tan vistoso que más parece de un ave tropical que de una esteparia.










A pesar de la necesidad de beber, su aproximación fue siempre cautelosa y una vez que llegaron al agua bebieron rápidamente y se fueron.




Las fotos individuales o en parejas, no cabe duda de que son las más llamativas y dejan apreciar mejor el vistoso plumaje.












También acude a la pequeña laguna la Ganga ortega, que tanto allí como por aquí la conocemos también por Chorla. Su tamaño es similar, aunque su plumaje es más sobrio que el de su pariente, pero en los machos su "pantalón", y la pechera delimitada por el fino collar les hace tener también ese atractivo especial.



A lo mejor debido a ese atractivo fue por lo que las hembras de un pequeño bando de Gangas ibéricas con las que había coincidido, se separaron de los machos de su especie y se fuero tras este macho de Ortega mientras se aproximaba al agua......




.......Aunque él las ignoró. Se aproximó al agua, bebió y se fue.





El resto de visitantes a la pequeña laguna eran más familiares para nosotros, aunque yo a la Calandria, nunca la había visto en libertad, y aquí entraron bastantes ejemplares a beber.







En cuanto a la Cogujada montesina. Es posible que la hubiese visto alguna vez en vuelo, pero la habría confundido con la Cogujada común, y por supuesto nunca la había visto posada.




Hubo una especie que me dejo un poco sorprendido, la Chova piquirroja. Siempre asocié el hábitat de esa especie a las alturas y a las peñas de nuestra cordillera, y verlas allí en una zona esteparia me descolocó, pero según nos dijeron allí es común y abundante.





De todas las especies que entraron, me alegré mucho de ver a las preciosas Tórtolas europeas que estuvieron entrando cada poco a beber. Eran abundantísimas en nuestra tierra hace años, y ver una actualmente es todo un acontecimiento.








Mas normal es el Pito real, pero su presencia no deja de llamar la atención en una zona en que no se ven apenas árboles.







La única especie que "no volaba", un precioso Lagarto con una larguísima cola estuvo bebiendo un buen rato.



Entraron más especies, Urracas, Trigueros, Torcaces, Pardillos, gorriones......pero ya comunes en nuestra tierra, así que como despedida un par de fotos que marcaron esta experiencia.




Esto ha sido todo. Espero que os haya gustado. Hasta la próxima. 

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