En estas fechas todas las aves
andan atareadas en sus labores reproductoras,
algunas más madrugadoras como las
Fochas o los Azulones ya llevan su prole detrás, pero otras aún andan
construyendo sus nidos.
En esta zona de León muchas aves suelen
esperar a que las hojas salgan para disimular sus construcciones, pero como
en todo hay excepciones, y en este sentido en mi opinión unos de los que se llevan la palma son los Pájaros moscones europeos.
Este pajarillo de nombre
científico (Remiz pendulinus) cuya
característica fisionómica más destacada es su “antifaz” negro, construye uno
de los nidos más llamativos.
Comienzan su construcción antes
de que las hojas salgan por completo, y escogen siempre márgenes de arroyos,
ríos, lagos o lagunas, en resumen, al lado o sobre el agua.
Estos hábiles artesanos hacen de sus nidos una maravilla de construcción con esa forma característica como de vasija o redoma de aspecto acogedor. Para ello buscan normalmente el extremo de una rama flexible en la
que el macho comienza a tejer primero la sujeción de la que luego va a colgar
el nido.
Cuando los machos tienen la “obra”
ya algo avanzada tratan de atraer a alguna hembra y cuando lo consiguen
continúan juntos la construcción. Para ello utilizan fibras vegetales que luego
forran y entretejen con pelusas procedentes de las eneas o del “polen de los
chopos” u otros árboles y arbustos que
tienen alrededor.
En estos días hemos disfrutado
viendo trabajar en todas las posiciones y formas a varias parejas de estos pequeños paseriformes, admirando la habilidad con la que acomodaban y tejían los aportes
de pelusas que traían de los alrededores del nido, incluso aprovechando
materiales de nidos próximos del año anterior.
Como no todo iba a ser trabajo duro, de vez en cuando la hembra adoptaba una posición característica moviendo las alas “citando” al macho, que no se hacía de rogar para realizar la cópula.
También el macho paraba algunas veces y se ponía a cantar en el tallo de una enea o en una rama para marcar su territorio, permitiéndonos admirar su plumaje.
En fin, una mañana disfrutando
observando el comportamiento de estas miniaturas que nos permitieron tomar un montón
de fotos, eso sí, haciendo verdaderos malabarismos para sortear los tallos
secos de las eneas (cohetes) lo que no siempre fue fácil debido a la distancia
prudencial a la que estábamos para no molestarles.
Esto ha sido todo, espero que os haya gustado.
Hasta la próxima.
Preciosas fotos!!!!!
ResponderEliminarEnhorabuena.
Saludos
Gracias JoséAlberto. Saludos
Eliminar