Llevábamos ya unas semanas
esperando uno de los acontecimientos
más importantes de la naturaleza: La Berrea. Este año las lluvias caídas en “tiempo y forma” prometían un buen concierto en el monte.
más importantes de la naturaleza: La Berrea. Este año las lluvias caídas en “tiempo y forma” prometían un buen concierto en el monte.
Lo cierto es que no nos defraudó
y al igual que el año pasado hemos pasado tres tardes disfrutando de este espectáculo en un lugar
privilegiado como es nuestra Cordillera Cantábrica. También hemos consiguiendo alguna
fotografía, que aunque tomadas de lejos para no molestarles, reflejan el comportamiento
y el entorno donde se mueven estos animales por nuestra tierra.
Es difícil compaginar la
observación con la caza que en estos días llevan a cabo de esta especie, así
que hemos tenido que adaptarnos a los días en que no estaban cazando. En esta ocasión nos hemos
situado en un pequeño valle donde los Ciervos,
como puede verse, andan mezclados con los Rebecos.
Hay otros que también están atentos, y además si que parecen estar totalmente de acuerdo con la caza. Se trata de estos pajaritos, que posados en sus observatorios esperan en estos días el ruido de un disparo para conseguir comida fácil. Como anécdota decir que uno de los días cuando regresábamos en busca del coche este Buitre nos vio acercarnos perfectamente, y posiblemente confundió los trípodes con rifles, ya que nos dejo acercarnos, abrir los trípodes, sacar las cámaras de las mochilas, y prepararnos a apenas 30 mts. de nosotros cuando su distancia de seguridad suele ser más del triple.
Siguiendo con los Ciervos, nos
encontramos en un pequeño enclave de apenas 1 Km de largo por ½ Km de ancho, rodeado de peñas a todo lo largo y que empieza y termina con un bosque de
robles. Con esta disposición os podéis imaginar como retumban los bramidos de
los Venados.
El valle que está poblado de
monte bajo, infinidad de espinos y zarzales, y salpicado con alguna mata roble,
nos ofrece la posibilidad de contemplar las evoluciones, y disfrutar del sonido
de los bramidos de estos soberbios animales desde una terraza natural a la que accedimos.
Este año tuvimos localizados en
este valle a varios grupos formados casi todos por un macho y dos hembras.
Aunque también había alguno con
tres y hasta hemos visto uno con cuatro hembras, pero nunca más de esta
cantidad.
De los machos localizados algunos eran unos ejemplares soberbios, ya que a pesar de no tener muchas puntas,
normalmente entre 11 y 12, estaban provistos de una cornamenta grande y gruesa
con unas luchaderas y puntas bastante largas.
Cuando dos grupos se cruzaban
observamos ese comportamiento típico de los machos que consiste en ir uno al
lado del otro hasta que uno desistía y daba la vuelta, estos “paseos” pueden
durar bastante tiempo y pueden terminar en pelea, aunque en esta ocasión se
portaron educadamente.
......Y también vimos machos tumbarse agotados, y pasar más de una hora sin moverse más que para espantar a las moscas.
Pero sobre todo les vimos y oímos bramar.
Pero sobre todo les vimos y oímos bramar.
Uno de los días ya casi oscurecido y de vuelta, aún vimos este grupo con un gran macho como despedida (ISO 6400 - 1/125 - 5,6).
En fin, como puede verse por las fotos nosotros si que nos hemos traído unos cuantos "trofeos", y aún volveremos algún día más, pero ya se les veía muy cansados y casi no hacían caso a las hembras, así que creo que este año al menos en este enclave ya terminaron. Esperemos que consigan librarse de los disparos y el próximo año disfrutemos de nuevo de este maravilloso espectáculo.
Aquí os dejo como despedida este acercamiento que "nos hizo" este bonito Venado. Dejo el enlace a Vimeo ya que aquí no se ve muy bien.
Lo bueno del Otoño es que aún nos esperan dos cosas muy cercanas con las que poder disfrutar: Las setas.......
Hasta la próxima.
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